¿Existen factores concretos que puedan desencadenar una crisis epiléptica?
En un paciente que sufre epilepsia, las alteraciones de sueño, tanto la privación (no dormir) como los cambios en el ritmo o la aparición de trastornos que afectan a la calidad del sueño, pueden desencadenar crisis. También son más frecuentes en periodos de mayor estrés. En mujeres en edad fértil se puede apreciar racimos de crisis relacionados con la menstruación o la ovulación.
¿Qué complicaciones puede tener la epilepsia?
Las complicaciones derivan habitualmente del resultado de perder o alterar la conciencia en una situación en que esto resulte especialmente peligroso, como conducir, manejo de maquinaria potencialmente peligrosa, bañándose en un sitio que cubre sin que nadie pueda sacar al paciente del agua a tiempo, etc. Una complicación muy rara es la llamada muerte súbita inexplicable en el paciente con epilepsia (habitualmente denominada con el acrónimo SUDEP “Suden Unexpected Death in Epilepsy Patients”). Consiste en el fallecimiento del paciente sin una causa clara, generalmente relacionado con una crisis epiléptica generalizada, habitualmente durante el sueño. Finalmente, otra complicación potencialmente grave es el estatus epiléptico, consistente en una crisis que se prolonga durante más de 5 minutos, que puede provocar lesiones cerebrales irreversibles si no se consigue cortar antes de los 30 minutos. Una de las causas de estatus es el abandono de la medicación o el mal cumplimiento terapéutico saltándose repetidamente las tomas.
¿Cuál es el tratamiento para un paciente con epilepsia?
Una vez confirmado el diagnóstico de epilepsia, se inicia tratamiento con fármacos antiepilépticos. Aproximadamente, un 70% de los pacientes con epilepsia quedan libres de crisis con un fármaco o con la combinación de dos fármacos antiepilépticos. En los casos que no se controlan con medicación, se puede plantear la cirugía, dirigida a extirpar la zona hiperexcitable en la que se genera la actividad epiléptica anormal. Los resultados suelen ser mejores cuando hay una lesión anatómica detectable. Sin embargo, en ocasiones, se puede plantear la cirugía cuando el foco epiléptico esté bien delimitado, aun cuando las técnicas de imagen no sean capaces de detectar una lesión evidente. A veces, se puede plantear una cirugía paliativa para tratar de evitar las crisis más graves, como las que provocan pérdida brusca y caída a plomo del paciente, aunque con ello no se vaya a conseguir el control completo de la enfermedad. En pacientes de mal control con medicación y para los que la cirugía no sea una alternativa válida, se pueden utilizar estimuladores eléctricos aplicados a algunos nervios, como el nervio vago, para intentar reducir las crisis.
¿Se puede llevar una vida normal con epilepsia?
El 70% de los pacientes con epilepsia cuyas crisis están completamente controladas con medicación, así como aquellos que hayan quedado libres de crisis tras la cirugía, pueden hacer una vida totalmente normal. En la práctica, va a ser casi imposible que puedan desempeñar algunas profesiones, como ser conductores profesionales, pilotos de avión o tener permiso de armas. Pero pueden conducir un vehículo particular o manejar maquinaria industrial siempre y cuando lleven más de un año sin haber sufrido una crisis que provoque pérdida de conciencia. Debido a que la falta de sueño o los cambios en su ritmo pueden actuar como desencadenantes de crisis, es aconsejable que mantengan ritmos de sueño regulares, por lo que los trabajos a turnos, especialmente si incluyen noches, no son los más adecuados para un paciente con epilepsia. Esto aplica especialmente a las formas de epilepsia que llamamos generalizadas primarias, mientras que el efecto facilitador de la falta de sueño sobre las crisis en las epilepsias focales es menos importante. No hay ninguna limitación para hacer deporte, salvo aquellos que puedan suponer riesgo en los pacientes que siguen sufriendo crisis.
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